
La verdad es que este título puede ser algo engañoso porque la mejor hora para hacer fotos, así en general, es el amanecer o el atardecer. Por lo tanto, esta hora es perfectamente válida para todo tipo de fotografía. Cuando el sol está más bajo, las sombras que se producen son más tenues y suaves por lo que los motivos suelen aparecer más favorecidos.
Además de esto, se puede jugar mucho con la luz y conseguir efectos bastante curiosos y bonitos. Si hablamos de la playa, esta es la hora perfecta ya que podemos conseguir unos brillos y reflejos preciosos en la arena que enriquecerán nuestras fotografías.
Ahora bien, la hora elegida del día también depende mucho de nuestras circunstancias (a veces no hay más remedio que fotografíar a las cuatro de la tarde) o del efecto que queramos conseguir con ello.
Si por ejemplo queremos conseguir un efecto de fotografía con más dramatismo, deberemos buscar las sombras más duras por lo que cuando el sol está más alto, sería el momento perfecto para hacerlo.
Sin embargo, cuando se trata de fotografía de niños, rara vez vamos a fotografiar en las horas centrales del día ya que será mucho más complicado conseguir sombras más suaves. De ahí que elijamos el amanecer o el atardecer. Pero como en todo, cada maestrillo su librillo.
Trucos de edición:
Normalmente este tipo de fotografías suelen ser bastante agradecidas. Aún así, todos los fotógrafos editan sus fotos antes de publicarlas por lo que unos pequeños ajustes no nos vendrían mal.
Nosotros trabajamos siempre con Adobe Lightroom y, por norma general, suelo editar mis fotos mejorando los ajustes de exposición, contraste y de vez en cuando, de color. De este modo, si una foto nos ha quedado un poquito más fría que la anterior de la misma serie, podemos «calentarla» usando los ajustes de temperatura.
Ten en cuenta que cuando tocas estos ajustes los cambios se aplicarán a toda la fotografía por lo que, si lo que quieres es realizar un ajuste más concreto, deberás tirar de los filtros graduados o de las máscaras.
De todos modos, no os agobies con esto ahora porque si queréis más información acerca de los ajustes de Lightroom podemos hablar tranquilamente de ello en próximos post.
¿Cómo conseguir que mis fotos salgan naturales?
Una de las cosas que menos me gusta a la hora de fotografiar es que posen para la cámara. Hay ocasiones en las que algunos niños te sorprenden gratamente y te miran al objetivo sin pudor, con naturalidad y te regalan un fotón de esos que enmarcarías sin dudarlo. Pero, por regla general, cuando se nos pide que podemos, ponemos caras «raras». No somos profesionales y no respondemos bien ante sesiones largas de fotografía por lo que mi truco es siempre el mismo:
Dejar que los niños se muevan a su aire y se olviden de que estoy detrás del objetivos.
A veces puedo pedirles que corran o que jueguen al pilla pilla pero saliendo de ahí, es bastante difícil pedirles que hagan cosas más específicas.
Resumiendo:
Si eliges el atardecer para tus sesiones de fotografía, te ahorrarás bastantes problemas con la luz y será relativamente fácil editarlas posteriormente. Y recuerda que para captar momentos que cuenten algo, que sean interesantes y salgan fotos naturales, lo mejor es observar y pasar desapercibido.
Hasta la próxima!