Será por su romanticismo, por su aire de nostalgia, por su fotogenia o por su imagen a menudo melancólica. El caso es que los faros siempre nos atraen vayamos donde vayamos. Si en el lugar donde estamos vislumbramos un faro, irremediablemente apretamos el paso y emprendemos camino hacia él. Da igual que esté lejos o cerca, que sea rojo o azul. El faro nos atrae con su especial magnetismo.
Yo me di cuenta de esto revisando las fotos de nuestro viaje a Irlanda. Encontré en la tarjeta de la cámara un montón de fotografías con el faro de Howth como protagonista absoluto. Pero en ese momento caí en la cuenta. No eran las únicas fotografías de faros que había en mi disco duro. El Cabo de San Vicente, Oporto etc… eran los otros protagonistas. Eran otros faros de otros lugares que habíamos visitado y tenía el mismo denominador común: El Faro que observa a lo lejos.
Faro de Howth (Ireland)
Uno de mis preferidos es sin duda este de Howth. Este precioso, pequeño y coqueto pueblo de Irlanda, muy cerquita de Dublín que bien merece una escapada.
Nosotros recorrimos el pueblo en el mes de noviembre y aunque hacía mucho frío, la excursión a este precioso pueblo pesquero fue preciosa. Un paseo de algo más de 2 kilómetros son los que separan el puerto de pesca de su pequeño faro. Te animo desde luego a que lo hagas porque es una delicia.
Aunque en realidad y tal y como veis en las fotografías, no es uno sino dos, los faros que hay en Howth. El blanco y más pequeño es en realidad el segundo faro. El más nuevo. Se tuvo que construir al ampliar el espigón. Así que tu próxima visita a Howth, podrás llevarte dos al precio de uno.
Faro de Oporto
El Faro del Muelle de Oporto, en portugués: Farol Molhe do Douro, es sin duda uno de los mayores atractivos de la ciudad. Dicho así, puede parecerte un poco exagerado pero el espectáculo de las olas rompiendo en esta zona es precioso. Aquí se juntan el río y el mar y es un lugar de lo más concurrido tanto para turistas como para portuenses.
¿Cómo llegar al Faro de Oporto?
Muy sencillo. Toma el tranvía Número 500 de la línea de Guimaraes. Este tranvía puede tomarse en muchos puntos de la ciudad porque tiene un largo recorrido. Nosotros lo tomamos justo al lado del Museo de Los Descubrimiento de Oporto, que por cierto: te recomiendo mucho si vas con niños porque es muy entretenido. La ruta es además preciosa, todo el tiempo al borde del mar. Una pasada.
Faro del Cabo de San Vicente
Este es quizás el faro más solitario de los que aparecen en este post. Se encuentra dentro la Fortaleza de San Vicente y hace unos pocos años, reformaron y adaptaron el recorrido del sendero alrededor de la Fortaleza por lo que es muy recomendable hacerlo con niños e incluso con sillas de paseo.